Los penalistas somos una especie curiosa.

Cada día tenemos el destino de alguien en nuestras manos.

Personas que depositan toda su confianza en nosotros, en nuestras decisiones y en nuestras acciones.

Tú que deberías tener el ego por las nubes y una autoestima de la hostia, no consigues disfrutar cien por cien de la profesión.

Tú que libras a peña de la cárcel, sientes que vives en una.

¿Paradójico no crees?

Según la RAE, la cárcel es ese lugar que está destinado a la reclusión de presos.

Un término con el que estás más que familiarizado.

Pero…  ¿y si no fuese ese el único significado?

La cárcel es un marco de pensamiento.

“Es una actitud. Somos nuestras propias prisiones, nuestros guardas, cumplimos nuestras condenas. La cárcel está en la mente”

Aunque algunos nos comparen con el mismísimo diablo, no somos más que unos vulgares humanos con nuestros miedos, complejos e inseguridades.

Tenemos un montón de creencias limitantes que nos frenan. Todos, sin excepciones.

Te aseguro que hasta el abogado con más confianza y autoestima que conozcas pasa noches en vela.

¿Sabes que nos diferencia del resto de profesionales?

Que conocemos de primera mano el valor que tiene la libertad.

Para bien o para mal, es nuestro recordatorio diario.

Pero de nada sirve eso si no lo aplicamos en nuestra forma de ejercer la profesión:

• – Sigo defendiendo casos que ni fu ni fa porque no me llega nada mejor…
• – El trabajo me absorbe completamente, me pierdo tantas cosas importantes… como ver crecer a mis hijos…
• – Ojalá pudiera recuperar la energía y la ilusión con la que comencé en esta profesión…
• – Me siento un esclavo, quiero montármelo por mi cuenta…
•  

¿Te suena?

Si aún estas leyendo esto es porque hay algo que quieres cambiar y mejorar.

Que sí, que el mejor momento para cambiar las cosas fue ayer, pero el segundo mejor es hoy.

Esta newsletter puede ser tu compañera para llegar desde A hasta B, desde tu situación actual hasta conseguir tu propia Libertad Incondicional.

Tener el control y la capacidad para tomar decisiones sobre cómo ejerces la profesión, sobre tu negocio, sobre tu vida.

¿Qué voy a recibir si me suscribo?

Vas a recibir emails. Concretamente tres cada semana.

Los martes hablaremos de negocio: cómo crecer, cómo construir tu marca, y qué están haciendo los que están donde tú quieres estar.

Los jueves hablamos de penal puro y duro y opinamos sobre la actualidad jurídica.

Y el tercero lo mandamos el fin de semana, que es cuando la mayoría quiere descansar o desfasar. Por eso el del domingo es para los Pros. Hablamos de mentalidad, para que empieces la semana como un toro y que no haya resaca ni crisis existencial post-finde que te pare.

Regístrate hoy y recibe:

• – 3 emails con las claves para desarrollar una mentalidad antifrágil, útil para la abogacía y la vida en general. Te lo cuento con tres historias cojonudas.
•  
• – Un regalo sorpresa que hará que tus escritos de libertad provisional sean mejores. Aplícalo y verás.

Solo por esos tres emails y el regalo te habrá merecido la pena suscribirte.

¿Entonces los emails son consejos?

Nunca me ha gustado que me digan lo que tengo que hacer y con estos emails no pretendo decirte lo que tienes que hacer tú.

Tampoco vengo a venderte la idea de que un email tras otro va a cambiarte la vida.

En eso soy una persona seria y aquí todo es consentido y con sentido.

Pero si puedo asegurarte que los 5 minutos que vas a dedicar a la leer el email serán como semillas que se irán plantando en tu cabeza para ser más estratégico y pensar más allá de los fuegos que tienes que apagar en el día a día.

¿Cuánto cuesta?

Es gratis.

0,0 pero de verdad, no como la cerveza.

GRATIS.

Y si esto no es para ti, puedes darte de baja en cualquier momento con un sencillo clic.